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Reformas sí, pero sin consignas

Cecilia Cifuentes economista y directora del ESE Business School, UAndes

Por: Cecilia Cifuentes | Publicado: Martes 19 de diciembre de 2023 a las 04:00 hrs.
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Cecilia Cifuentes

Durante años la izquierda le dijo al país que la Constitución estaba en el centro de los problemas del país, y a partir del 18/O de 2019 una mayoría del país le compró la consigna. Finalmente, lo que buscaban era hacer una Constitución chavista, fracasaron, han tenido que reconocer que se podía vivir y gobernar con la Constitución vigente.

Ahora debemos concentrarnos en los problemas reales, y las bajas pensiones son uno de ellos. Necesitamos cambios en materia previsional, que bien hechos, pueden no sólo generar mejores pensiones, sino también contribuir al principal problema que tenemos; el estancamiento económico ¿Y cómo se hace? Lo primero es tener claro el diagnóstico.

“Necesitamos subir la edad de jubilación, especialmente femenina, enfrentar el problema de la informalidad y preocuparnos de las pensiones futuras”.

¿Cómo consensuar ese diagnóstico? Mirando la evidencia estadística en forma completa, tarea que realizó el reciente estudio de David Bravo sobre las historias previsionales de un número significativo de casos, que fue proveída en forma innominada por las propias administradoras. El estudio buscaba calcular las tasas de reemplazo, comparando las jubilaciones antes y después de la PGU con las cotizaciones previsionales a lo largo de la vida activa. Si bien es una medida poco útil para evaluar la suficiencia de las pensiones, sí lo es para analizar las causas de las bajas pensiones, y a través de un diagnóstico más certero sobre éstas, hacer una reforma que corrija los problemas reales.

El estudio de Bravo determina que, respecto a lo que se ha cotizado, el sistema entrega tasas de reemplazo elevadas.  Tomando las medianas antes de la PGU, la tasa de reemplazo respecto a lo que han cotizado es de 81% para los hombres y de 59% para las mujeres. Esta brecha, que corrige por la disparidad en densidad de cotización, es elevada, y se explica por la diferencia en la edad de jubilación y la expectativa de vida. Es muy necesario entonces corregir la edad de jubilación femenina. Estos resultados muestran que el problema de las bajas pensiones no se explica por el sistema de capitalización. El problema principal es la falta de cotizaciones, es decir la informalidad.

Un segundo punto es que la PGU ha sido un aporte significativo, subiendo esas tasas de reemplazo a más de 100% para los hombres y a cerca de 80% para las mujeres, lo que muestra la inconveniencia de seguir subiendo el monto de la PGU, dado su elevado costo fiscal. Una tercera conclusión es que las tasas de reemplazo futuras serán probablemente inferiores a las actuales, lo que lleva a que los componentes de reparto sean injustos desde una perspectiva intergeneracional. En definitiva, para resolver el problema de las pensiones necesitamos subir la edad de jubilación, especialmente femenina, enfrentar el problema de la informalidad y preocuparnos en mayor medida de las pensiones futuras.

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